Tengo ganas de correr, gritar, mojarme, llorar, reír, enloquecer… Siento un día fuera de lo normal.
Y es que nunca he tenido un día normal, nunca me he sentido como los demás, hoy me siento especial, más especial que nunca.
Salgo a la calle con la mirada perdida, cojo el móvil y pongo la música lo más alto que puedo, para bailar en mitad de la calle subida a un banco, con todo el alrededor mirando.
No me importa lo que piensen los demás, simplemente necesito una anécdota, un momento memorable de mis impulsos, algo que todos recordarán.
Bailo hasta no poder más, y entre las nubes oscuras, cae la primera gota de agua.
Me empiezo a mojar, pero sabes que? Me da igual; quiero correr, e irme lejos, a un lugar donde nadie me pueda decir lo que tengo que hacer, donde nadie me pueda reprochar nada, donde solo esté yo con mis pensamientos.
Llena de barro, llego a un campo, allí, estoy completamente sola.
Me tiro al suelo, y empiezo a llorar, no entiendo la razón, pero después de unos minutos, sonrío; me doy cuenta de que esta vida merece la pena, vivo para ser feliz, para enseñar todas mis locuras al mundo, para que se rían conmigo, pero no de mí, para que nada pueda volver a ser igual.Me siento llena de energía, nueva, feliz… Veo que todo lo que he hecho hasta ahora ha sido una pérdida de tiempo, que lo único que ha valido la pena para conseguir darme cuenta de quien soy y de lo que quiero hacer, ha sido mi último impulso.
Porque sinceramente, nunca me había dado cuenta, pero cada día me da más igual lo que piensen los demás, y creo que salir y volverme loca, me ha llenado de vida, que ya nunca más me importará lo que los demás piensen, que conseguiré ser libre en todo momento, que me olvidaré de todo lo que tenga que ver con todos, que haré lo que quiera cuando quiero.
Es la hora de vivir mi vida a mi manera (:
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Sonríeme