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miércoles, 31 de diciembre de 2014

Me empujaste para que cayera y me ayudaste a levantar.

Querido año 2014:


Creo que he de admitir que te comportaste muy bien conmigo; me llevaste a sitios que nunca antes había visto, me divertiste y me hiciste vivir miles de nuevas experiencias. Me enseñaste idiomas y me cantaste al oído, me empujaste para que aprendiera y me ayudaste a levantar para que luchara.

Me has traído personas, a pesar de que también me hayas quitado otras. Me has hecho llorar como una niña pequeña, pero me has hecho reír como una auténtica loca. Me has dado el graduado, me has metido en fiestas, escándalos y problemas. Me has hecho elegir, me has elevado hasta lo más alto para hacerme soñar, me has tirado al vacío para que pudiera crecer.

Me has decepcionado, me has sorprendido e ilusionado. Me has hecho aprender, me has enseñado a luchar, me has ayudado a olvidar. Contigo he aprendido a sonreír de nuevo, a no dar tanta importancia a las cosas negativas, a centrarme en las positivas, pudiendo así nunca dejar de ser yo misma.

También me has enseñado que no todo el mundo se quiere quedar, que hay muchos a los que ni siquiera vale la pena tener. Me has enseñado a valorar, a tratar y sobre todo a crecer como persona, ayudándome así a creer plenamente en mí, a pesar de que al 2015 todavía le quede trabajo conmigo.

Te has llevado lo peor de mí y has dejado lo mejor para continuar mi camino, para no abandonar el tren y seguir hacia delante, hacia un 2015 que será difícil de superar. Por último, creo ver la necesidad de agradecer todo lo que tú me has inculcado, todo lo que me has dado e incluso todo lo que me has quitado.

Con ello, despidiéndote con pena, 2014, no quiero pedir nada al año que se nos avecina. Porque, no quiero nada más que dejarme llevar, que disfrutar del día a día, de los momentos buenos como de los malos, formando así otra nueva etapa, un nuevo ciclo, que, espero, poder agradecer dentro de un año.

Sin más, GRACIAS.

*Ya no sé si alguien seguirá por aquí tras este intenso abandono, pero, si alguien me lee, quiero darle las gracias por formar parte de mi blog en este año que se nos va, por hacerme sonreír con el simple hecho de leerme. Recuerdo que hace exactamente un año prometí no abandonar el blog, dejarme ver más a menudo y nunca dejarlo sin contenido. Creo que he fallado. Pero, corriendo el riesgo de volver a fallar, este año lo vuelvo a prometer. Esto es lo que me da vida, escriba o no, esto es lo que me hace feliz, y no me iré tan fácilmente. Gracias a quien se quedó, y también al que se fue. Feliz año 2015, gracias, una vez más, por formar parte de mi historia.*
@TumundoblogI

domingo, 16 de noviembre de 2014

At last, I do it.

Creo que hace mucho que dejé de sentirme mal, de arrepentirme de lo ocurrido, de acumular rabia y llantos. Creo que por fin en mucho tiempo, todo va bien.

Siento que ya está, que lo malo ya se esfumó, que tardó en marcharse pero que ya se fue, que a pesar de todas las cosas, de los momentos vividos hasta ahora, ya todo perdió relevancia. Pienso que eso ya pasó, que ya lo superé. Que las cosas por fin cambiaron, que de verdad lo hicieron.

He aprendido de mis errores, de mis actos, de mis caídas sin remedio, de mis lastimeras palabras. Lo que antes parecía lo peor que podía haberme pasado, ahora solo es un mero recuerdo. Hoy, al fin puedo confesar que mi baúl al fin se cerró, dispuesto a acumular otras nuevas historias.

Sé que he dejado muchas cosas atrás, y que otros me han dejado atrás a mí. Sé que he querido, rechazado y perdido. Que he dañado y complacido. Pero, también que he aprendido a seguir mi camino, a trazar mis propios pasos. Que he crecido, que he cambiado.


Y, podría decir que estoy comenzando otra etapa, abriéndome nuevos caminos, nuevos mundos. Creo que he encontrado mi lugar, que sé quién soy, que sé lo que realmente quiero, que por fin lo sé

@TumundoblogI

lunes, 27 de octubre de 2014

Mi pasión. GRACIAS.

Una pasión y una indescriptible inspiración se apoderaron de su cuerpo, y fue entonces cuando una idea surgió.

Hoy hace tres años desde entonces; cuando una niña que se creía mayor comenzó a escribir, creyendo que algún día se convertiría en una gran escritora, que triunfaría a través de esto. Nunca niego que empecé esta aventura por amor, porque quería ser leída sin ser conocida, aprender a escribir de una forma más bonita, más pura, aprendiendo de otras personas.

Pero, en cambio, todo esto se convirtió en algo mucho más valioso para mí; Esto se ha convertido en mi refugio, el único sitio en el que soy capaz de expresarme con total libertad, donde puedo ser yo misma, donde no existe el miedo.

 Aquí están todas mis memorias, todos mis sentimientos, todos mis miedos. Aquí está reflejado todo, aquí he madurado, aquí he crecido. En esta enorme caja de recuerdos están todos mis pasos, todas mis alegrías, muchas de mis caídas. Y no puedo estar más feliz de haber emprendido este hermoso camino.

Me veo con la suerte de haber conocido a personas maravillosas, de haber leído obras de arte, de haberme sentido arropada en este mundo, en mi pequeño mundo. Haberme sentido mal en muchas ocasiones y no sentirme sola, haber sentido un apoyo incondicional por vuestra parte.

Creo que el número de sonrisas que he esbozado gracias a vosotros se vuelven incontables, que a pesar de que tampoco seamos muchísimos, sois vosotros, sois las personas que tras la pantalla me mandan abrazos, que me pueden llegar a transmitir con sus letras mucho más que una persona que puedo conocer de siempre.

Sé que daros las gracias está ya muy visto, pero nunca podré dejar de agradeceros todo lo que habéis hecho por mi voluntaria e involuntariamente, vosotros sois los que me habéis visto crecer, madurar como persona, en estos tres años me habéis hecho más grande, me habéis ayudado a convertirme en lo que soy ahora. Espero nunca dejar esto, porque esto es lo que me llena de fuerzas y de energías para seguir adelante día a día, que a pesar de que no escriba regularmente esto es mi punto de apoyo más grande, que gracias una vez más, por todo.


Y así fue como ella fue creciendo, así fue cómo dejó ya de ser una niña.

GRACIAS
@TumundoblogI

domingo, 12 de octubre de 2014

Y en un segundo, se rompió.


Alguna vez he reflexionado acerca de si deseaba saber que pensabas en mí, que alguna vez pasaba por tu cabeza. De verdad que llegué a pensar que anhelaba que preguntarías por mí, o incluso que me buscaras.

Hoy me he dado cuenta de que mi cura es tu ausencia, que yo no te supero si tú no desapareces.  Que necesito de tu energía para sentirme nostálgica, y tu sonrisa en las fotos para sentirme vacía. Que necesito de tus letras para escribir las mías.

No quiero volver a las mismas letras de siempre, ni a derramar las lágrimas de todas las otras veces. Ni siquiera quiero pensarte de la misma manera que hace unos días, ni imaginarte como he estado acostumbrada a hacer.

“I wish that I could wake up with amnesia, and forget about the stupid little things”

A veces pienso que todo lo que vivimos, esas pequeñas cosas, no fueron reales. Que mi mente las inventó solamente para torturarme, que tú y yo nunca pensamos de la misma forma. Y, en cierto modo, lo sé.

Estoy cansada de hablar de lo mismo, de que te conviertas del dueño de mis palabras cada vez que escribo, que siempre, de cualquier manera posible, estés aquí, conmigo. No te voy a mentir, hace dos o tres semanas estaba convencida de que ya te habías convertido en pasado, que las cosas de verdad habían cambiado. Pero, al final, volviste.

Y has vuelto, no directamente, pero aquí estás, de nuevo haciéndome sentir como esa drogadicta que necesita su dosis de éxtasis, esa chica solitaria, que sonríe mientras se cose las heridas, esas que no hay manera de que cicatricen, como ese libro vacío a falta de historias a medio contar.

“Fue contigo que empecé a poner mi mundo en pie, y en un segundo se rompió…”

@TumundoblogI

*Siento la ausencia, pero me temo que esta situación se va a repetir más veces. Trataré de buscar tiempo e inspiración siempre que pueda. Un abrazo, gracias por seguir aquí, conmigo*

lunes, 1 de septiembre de 2014

Que me daré totalmente por vencida.


Estimado septiembre,


No suelo ser muy propensa a escribir este tipo de cartas, mas deseo que por una vez concedas el favor de leerme. No vengo a hablarte de agosto, ni siquiera de julio o junio. Vengo a hablar contigo, con este nuevo septiembre que se nos avecina. Me gustaría pedirte un gran número de cosas, pero en este momento vendré a ceñirme nada más que en una. Te equivocas si crees que te escribo para pedirte que seas un mes favorable, o para que me ayudes a realizar algún que otro deseo.

Vengo a pedirte que te lo lleves de una vez por todas, porque de verdad lo necesito. Necesito llevar una vida más allá de la curva de su sonrisa, más allá de su pelo ondulado. Ya no creo que sea capaz de soportar otro mes más leyendo sus palabras a escondidas, ya que solo alguien como él sería capaz de dedicar sus letras a alguien que le ha calado tan hondo como él me ha calado a mí. Es más, podría decirte que ya no quiero esto por más tiempo. No necesito saber que como mínimo una vez por semana una distinta ocupa su cama.

Pero, septiembre, ¿no lo ves? Siempre se encuentra en mi vida. Si hasta mis letras las guía él, si incluso en cada parte de mi cuerpo llevo escrito su nombre. Eres mi última opción, porque si ni en este mes puedo sacarlo de mi mente, me daré totalmente por vencida. Aprenderé a querer a otros mientras que lo amo a él, conseguiré engañarme diciendo que solamente quiero a la persona que vaya a estar a mi lado. Porque, si de algo estoy segura, es de que ya no quiero seguir con esto. No quiero amarlo más, ya no.

Tras esto, espero que consideres esta petición, ya que más no puedo expresarte mi angustia. Trataré de llevarlo lo mejor posible, intentaré ayudarte a que me auxilies.


Atentamente, una enamorada que lo que más desea es dejar de estarlo. 

viernes, 8 de agosto de 2014

Escuchaste mis silencios, estudiaste mis manías.


Tras un largo año, todo lo tuyo hace tiempo que tuvo que dejar de considerarse mío. Estoy terriblemente convencida de que tus manías ya no serán las mismas, que ya no te morderás las uñas cuando te pongas nervioso, ni escribirás esas palabras de las cuales tanto nos reíamos. Estoy convencida de que tú ya no serás el mismo.

Y es que, odio tener que admitir que me da igual el tiempo que pase ni la gente que trate de ocupar tu lugar, porque no pueden, porque lo que importa es que te quiero, sin medidas, sin vacíos, sin silencios. Que no sirva de nada ya no me importa, a pesar de ser un grito en un vacío inevitable en el que tengo asegurada la caída; Que tengo comprobado que el olvido no funciona contigo, amor, porque tú conseguiste algo que nadie consiguió sacar de mí, me quitaste los complejos, estudiaste mis manías. Escuchaste mis silencios.

Mentiría si te dijera que ya no necesito tus buenos días ni tus buenas noches, ni tus bromas, ni tus medias sonrisas, ni el sonido de tu voz al pronunciar mi nombre. Te creerás que puedo ser capaz de sacar de mi cabeza tu maldita sonrisa, joder. La misma que me regaló tantos efímeros y eternos momentos.

Dios mío, no sabes lo mucho que me encantaba decirte que sonrieras en las fotos. No entiendo cómo eras capaz de esconderla, cómo cuando te miro a lo lejos no eres capaz de dedicármela. Cómo no recuerdas nuestros días de gloria, nuestros eternos momentos.

Que no puedes evitarlo, eres mi constante tortura, la que me atormenta cada día, voluntaria e involuntariamente. Eres la desesperación favorita de mi habitación.


Y, tras resignarme a todo ello, ya no te pido a gritos que vuelvas, porque no puedo, porque tú ya no me oyes, porque el silencio en mis heridas resulta ensordecedor, porque ya no hay solución. Porque de qué me sirve llamarte, si tus heridas nunca llegaron a dejarte cicatriz. Porque de qué me sirve soñarte, si al despertarme ya habrás desaparecido. Porque de qué me sirve quererte, si mis silencios dejaron de ser los tuyos el día en que te marchaste.

@TumundoblogI

martes, 29 de julio de 2014

Inevitable.

Manías que te pega gente de la cual hace tiempo que ya no sabes nada; decirlo y que duela, y, que de repente, esa manía se convierta en prohibición.
Hay cosas que no se pueden evitar, cosas a las cuales estuvimos acostumbrados durante un largo tiempo, y que, ahora, salen pronunciadas por nuestra boca sin siquiera haberlo pensado.
Las manías, la manera de escribir, las palabras usadas por otras personas vienen a nosotros sin avisar. Y, lo que más duele, es cuando regresan a ti, y la persona que te las pegó ya no esté contigo.
Porque, ahí es cuando nuestro subconsciente nos la juega, y, sin quererlo, nos recuerda a personas a las cuales hace tiempo desearíamos haber olvidado, pero no hemos podido.
Es, inevitable.

@TumundoblogI

viernes, 18 de julio de 2014

Nuestro efímero nosotros



Creo que siento la necesidad de escribirte. Ya sabes, cerrar ese capítulo que los dos dejamos a medias, acabar con la historia breve de nuestro cuento de una vez por todas.
Me gustaría decirte todo lo que he llegado a pensar respecto a lo nuestro, eso que tanto nos costó construir para que después acabara siendo destruido en un momento. Quiero que sepas que no fue mi culpa. No, no lo fue. ¿Recuerdas cuando al principio me decías que me querías, que te hacía feliz, que querías vivir el mayor tiempo posible a mi lado? Lo eché de menos al final. Eché de menos tus abrazos esos días, tus “te quiero” que nunca llegaban a su fin, tus “eres preciosa, pequeña” y todo eso que conseguía mantenerme en pie.
Me gustaría, de verdad, que entendieras el porqué de nuestro fin. El porqué de nuestras idas y venidas, de nuestras discusiones, de mi falta de ti. Solo quiero que entiendas que me costó muchísimo acabar con todo, mucho más de lo que te puedas llegar a imaginar. Que, cual cobarde, me rendí.
Me rendí porque no estaba preparada para seguir, porque necesitaba fuerzas para luchar por algo que ya apenas existía, porque no encontraba razones suficientes para seguir a tu lado. Y, he de decirte que, lo siento. Siento haberte hecho daño, siento habérnoslo hecho a los dos.
“Te sigo queriendo. No como lo que éramos, sino como lo que fuimos”.
Tras todo esto, quiero pedirte que me dejes cambiar de libro, ya que tu ausencia aun me tortura,  porque necesito poner fin al cuento, escribir otras muchas historias.
Te agradezco de todo corazón nuestro efímero “nosotros”.
@TumundoblogI
*Mi inspiración ha vuelto, y espero que perdure. Estoy segura de que entendeis lo horrible que es querer escribir y ni siquiera sacar una idea en claro.
Por otra parte, quería deciros que tengo un blog literario, en el cual hago reseñas de libros y demás. Me haríais feliz si os pasais y me seguis :) Un abrazo muy fuerte.

sábado, 28 de junio de 2014

Un número incontable de sucesos inesperados


*Puede que nada de lo que hay escrito en estas líneas tenga sentido.

No sabría dar comienzo a algo como esto. Simplemente, que he llegado a la conclusión de que las cosas pasan por algo, y a veces no queda más remedio que resignarse a ello. Tumbarse en la cama y pensar, pensar en todo lo que algún día podría haber sido pero no fue, tratando de buscarle el sentido a las cosas cuando, tal vez, y solo tal vez, no tengan explicación alguna.
Porque, la vida es así; La vida es un numero incontable de sucesos inesperados los cuales por nada del mundo pueden llegar a tener sentido alguno entre sí, y esa, justo esa es la explicación razonable, la cual reivindica que ningún sentimiento puede ser justificado, ni ninguna ilusión puede no ser destruida. 

Hoy de verdad creo que hay momentos en los que quizás nadie pueda llegar a comprender jamás. Y, creo que esos momentos son los que hacen las grandes cosas, porque, de ello se alimenta la vida, de ello se alimenta nuestra propia alma.
@TumundoblogI

domingo, 8 de junio de 2014

Recorriendo el ayer para encontrar el olvido


Llega un momento en la vida en el que no te queda otro remedio que superarlo. Olvidarlo, pasar página. Llegará un punto en el que no puedas estar siempre echando en falta a la misma persona. Las mismas cosas, los mismos sueños, las mismas tardes que pasabas abrazada a ella.
No podrás estar siempre lamentándote. Tendrás que ser fuerte, tomar decisiones. Seguir hacia delante. Cambiar de libro, destruir el capítulo… Tomar las riendas de la situación para por fin dar el paso. El paso de empezar todo de nuevo.
De cerrar el baúl y  jurar no abrirlo, y que llegue un día en el que seas lo suficientemente fuerte para meter la llave y ver sin que duela. Recordarlo todo, sin sentir dolor.
Llegará el día en el que podrás ser capaz de mirar atrás, de caminar por el ayer, de resquebrajar esa cerradura para dejar escapar las mariposas que un día estuvieron libres y vivas en él, de liberar todo sentimiento que hubo allí encerrado. El día de suspirar entre las páginas de esa historia ya acabada.
Porque, ese día, no habrá más sentimientos en tu corazón, no quedarán más recuerdos dañinos. Porque, el día que abras este viejo baúl, comprenderás que ya no quedará absolutamente nada de lo que un día hubo, que todo habrá cambiado y que tú ya no serás la misma persona del principio. Que ya nunca más volverás a ser quien trataba de descifrar las pistas para llegar a aquel camino que te conducía al olvido.
@TumundoblogI

domingo, 1 de junio de 2014

Que el tren pasaría.



Ella solo era una simple chica. La gustaba tomar café a las 5 de la mañana, amaba salir a dar un paseo a cualquier hora de la tarde, no podía evitar comer entre horas. Nunca dejaba de sonreír, escribía en cualquier estancia, y era incapaz de confesar que la lluvia era su mayor enemiga.

Ella, la cual nunca pudo negar sus sentimientos, ni amar a quien no amaba. Siempre creyendo en el amor, nunca pudiendo negarse a él, sin siquiera evitar enamorarse. Una chica que, como ella, jamás conseguiría negar la evidencia, ni engañar a su corazón dormido.

Ella solo buscaba cumplir un sueño, vivir una historia de cuento, de esos que mencionan en esos libros que tanto la gustaba leer, e ir a aquellos lugares tan increíbles que proyectaban en las películas.

Soñaba despierta, mirando por la ventana de su habitación, respirando el mar y escuchando a los pájaros piar, imaginando su mundo perfecto. Soñando con que, algún día, toda su vida daría un giro de 180 grados. Que la espera acabaría mereciendo la pena.


Ella que creía que todo era posible, que todo por lo que luchaba algún día lo conseguiría. Que su tren un día pasaría, que dejaría el andén en el que tanto tiempo llevaba esperando. Que lo cogería e iría directa a donde nadie pudiera encontrarla. Iría a un lugar en el que ella ya nunca más volvería a ser ella. 

@TumundoblogI

domingo, 18 de mayo de 2014

Transpórtame a un mundo en el que todo sean historias



Hoy, declaro y juro que deseo pasar el resto de mis días entre páginas.
Leyendo historias ajenas a las mías, viviendo amores paralelos a la realidad, sintiendo cosas que solo se sienten entre las hermosas letras de un buen libro.
Viviría entre páginas y me quedaría inmersa en esos precisos instantes, esos instantes de felicidad que llenan por completo mis días, esas historias que consiguen hacerme florecer más de mil millones de sensaciones.
Enamorarse de personajes, amarlos, desear que se conviertan en realidad. Eso, es leer. Eso es meterte en un mundo que por un momento llegas a considerar tuyo. Querer soñar, volar, reír, transportarte a donde sea, cualquier sitio.
Para mí, leer es algo increíble y sorprendentemente mágico. Es algo que llevo dentro, una de las cosas que más feliz me hace. Que me lleva, que me mece. Que consigue que descargue todas mis emociones, vaciándome y llenándome al mismo tiempo.
Y es que, no son unas simples historias, son unas grandes realidades.
                                                         @TumundoblogI

domingo, 11 de mayo de 2014

En el momento justo, en el momento exacto.


Es increíble la de cosas que se pueden llegar a sentir con una sola mirada. Con un solo beso, con una sola sonrisa.
Es increíble lo mucho que se te puede llegar querer.
No sé por qué llegaste, y apenas sé cómo, pero viniste a mí, embriagando cada uno de mis sentidos, haciéndome sentir única, tocando mi corazón.
Dicen que en la vida las cosas llegan por sí solas, en el momento que menos te lo esperas. Tú llegaste en el momento justo, en el momento exacto.
Ni siquiera soy capaz de recordar en qué instante comenzó todo, cuándo fue cuando me di realmente cuenta de que tú eras lo que yo quería, cuándo fue cuando decidí que ya había dejado todo atrás, por estar contigo.
Tú eres el que me ha hecho olvidar, el que ha llenado mis días de luz desde un cierto tiempo, el que me ha ayudado a continuar, a empezar de nuevo, mi único príncipe sin capa azul capaz de llevarme a cualquier lugar con un solo abrazo. El único capaz de transportarme al cielo y al infierno al mismo tiempo, haciéndome caer en tu sonrisa, tejiendo mi alegría con palabras capaces de salir de lo más hondo de tu alma.
Si te soy sincera, nunca podré decirte con exactitud cuánto  durará esto, cuándo se acabará mi dicha, mas sé que viviremos cada segundo, viajando al cielo, saludando a las estrellas y sonriendo a la mismísima Luna. Porque contigo soy fuerte, capaz de pelear frente a cualquier dificultad. Porque tú me das todo lo que necesito para ser feliz, porque tú has sido mi medicina, mi noche y mi día, mi fuerza y mis ganas de nunca parar.
Y,  no, no voy a darme el lujo de permitir la mentira en un momento como este, no voy a poder mirarte a los ojos y no sonreír, y, créeme que, si de verdad te soy sincera, creo que juntos podríamos llegar a crear nuestro pequeño gran infinito.

@TumundoblogI

domingo, 4 de mayo de 2014

Tú, que me enseñaste a querer.

*Escribiré todos los domingos, exceptuando alguna semana que pueda andar de exámenes. Me comprometo a no abandonar esto, seguir  escribiendo, que es lo que de verdad me llena.

, que me enseñaste a llorar.
, que me enseñaste a reír.
, que me enseñaste a sentir.
, que me enseñaste a amar.


Hoy te escribo a ti, mi madre, mi consejera, esa que me enseñó  a mirar la vida desde otro punto de vista, la que me demostró que el afecto es lo que nos hace grandes, hoy escribo a la mujer que estaría dispuesta a dar la vida por mí todas las veces que hiciera falta.
Escribo a mi vida, a mi muerte, a esa parte de mí que nunca se irá. A mi mitad, a mi reina, a lo más importante de mi vida.
Dicen que nunca se puede llegar a agradecer lo suficiente lo que una madre hace por ti, que los “gracias” no sirven en este diccionario. Que no hay reglas ni normas, ni requisitos que cumplir. Que amar es mutuo, la conexión es recíproca.
Gracias por advertirme, gracias por  levantarme y gracias por nunca dejarme sola. Gracias por seguir ahí por encima de todas las cosas, gracias por siempre enseñarme a querer. Gracias por tratar de evitar mi caída siempre que has podido. Gracias por ser mi madre.
Y hoy, te digo que te quiero. Que lo sabes, que te lo digo, que te lo demuestro y que te lo repetiría una y otra vez, sin cansarme.
Porque, te prometo, que este amor sí que será eterno.

Feliz día de la madre, amatxu.
@TumundoblogI

sábado, 19 de abril de 2014

Te lo dije.


 
 
Sí, vale, voy a escribirte. Pero no voy a escribirte por necesidad, ni para hablarte de esas cosas de las que siempre acabo hablándote.

Vengo para decirte, que te lo dije.

Te dije que nadie te iba a querer de la misma forma en la que yo lo hacía, que lo mío sí que era amor de verdad, que te quería, que nunca te olvidaría. Te dije tantísimas cosas que hubiera cumplido de forma ciega y sin siquiera pensar en nada más…

Sin dudar, yo te juro que hubiera cumplido.

Te hubiera querido todos y cada uno de mis días, al igual que hago ahora, pero con más ganas, más amor, más fuerza.

Pero, mírate. SÍ, ¿lo ves? Ella ya no está. Y a mí que debería de darme igual. Pero no está. Te ha dicho que no te quiere ver más, que se ha cansado de amarte y que puede que otro ya esté ocupando su corazón. ¿Te das cuenta? Estás solo. Tirado como una colilla, en ese suelo que tan bien conocemos los dos.

No puedo dejar de imaginarte tirado en esa cama, divagando acerca de si hiciste bien en elegirla a ella y no a mí, recordando todos los momentos que pasamos tú y yo en esa misma casa, donde a saber qué hiciste con ella, pensando de verdad si la elección que hiciste fue la correcta, la adecuada.

Pero, sí, no voy a negártelo. Vivo con una sensación en la que se entremezclan la esperanza y el miedo por tu retorno, el cual espero que no ocurra y a la vez deseo que suceda, pensando y cavilando sobre qué seré capaz de hacer.

Pero, no voy a engañarme, sé que no volverás. ¿Por qué ibas a hacerlo? Sí, me quisiste, eso no lo pongo en duda, pero la elegiste a ella, y no a mí, por tanto, ¿no estarás echándola de menos a ella?
____________

Lo siento, siento haberme ausentado tanto tiempo. ¿Conocéis la horrible sensación de querer escribir pero que no salga nada decente? Seguro que sí. Cuando subo una entrada quiero estar convencida de que está bien escrita, y últimamente solo lograba plasmar divagaciones con palabras sin sentido alguno entre sí.
Por otro lado, quiero decir que en las respuestas de mi anterior entrada, escribí mal el título de mi libro favorito, (sí, tonta de mí) LOS DÍAS QUE NOS SEPARAN, de Laia Soler. Es más, hace poco que me lo he vuelto a acabar.
Espero que todo os vaya bien, vosotros me dais la fuerza que necesito para creer un poquito en mí. Al fin y al cabo, sois vosotros los que conocéis mis pensamientos y sentimientos más profundos. Gracias por no abandonarme a pesar de estos parones de un mes, trataré que no sucedan más. Feliz día.
@TumundoblogI

miércoles, 12 de marzo de 2014

Que vivo en un eterno y frío invierno desde que tú ya no estás.


 
Ya está, lo he hecho. He hecho trizas todos los recuerdos, he destruido cada indicio que pueda acercarme a volver a caer en tu nombre. He decidido que de verdad estoy convencida de querer olvidarte. Se acabaron los lamentos, los “te echo tanto de menos” sin respuesta, el recuerdo de tu voz y cada una de tus letras. Porque sé que yo ya no he de quererte. Y tampoco es que quiera hacerlo.

 Ya no queda nada. Nada, al menos, que me pueda recordar a ti. Con el paso del tiempo, iré olvidando tu voz, se me olvidará esa forma tan peculiar de hablar que solo tú tenías, e incluso todas aquellas cosas que me decías con una sonrisa en la cara. Imagino que tu mirada cada vez estará más borrosa, más lejana en algún punto de mi memoria. Que el café de tus ojos perderá su sabor, que tu olor perderá su aroma.

Y no, de verdad que me niego a escribir sobre lo mucho que puedo llegar a echarte en falta. No voy a volver a permitir que mis letras reflejen tu ser, mi absurda necesidad de ti. No, no volveré a admitir que no puedo más con esto, que necesito tu boca para saciar la mía, que mi soledad echa en falta tu amarga compañía. Que las tardes se hacen eternas sin tus sorpresas inesperadas, que mis noches ya no dejan de ser frías desde que tú no estás en ellas. Que mi verano se convirtió en otoño cuando tú te fuiste.

“Que vivo en un eterno y frío invierno desde que tú ya no estás.”

                                                                                 @TumundoblogI

Gracias a esta gran escritora, http://lumydream.blogspot.com.es/ Sonrisa de Cristal, que hace que al leer sus entradas me venga la inspiración y comience a crear, que consigue que me emocione en cada texto, que logra que me identifique con ellos. Muchas gracias por el premio, de verdad que tu forma de escribir me sorprende de forma positiva, cómo puede tener cada letra tanta magia junta.

Bueno bloggers, sabéis que no suelo nominar a nadie, así que no lo haré, pero sí que contestaré a las preguntas^^

*1. ¿Qué significa para ti escribir? Escribir… escribir es algo así como mi vida entera. Muchas veces me pregunto que qué haría yo sin un papel y un bolígrafo, qué haría yo sin poder plasmar en una hoja cada una de mis sensaciones. Escribir me llena, me vacía y me hace increíblemente feliz.

*2. Según tú, ¿Qué libro no puede faltar en ninguna estantería? Bueno, teniendo en cuenta que soy muy adicta a los libros, no sabría bien cuál elegir. Pero, “Los sueños que nos separan”, de Laia Soler, es un gran libro, que llegó a enamorarme de una forma verdaderamente especial.

*3. ¿Qué crees que significa la amistad? La amistad es confianza, es amor, es como la unión eterna de dos personas que están convencidas de ayudarse siempre en cada momento.

*4. ¿En que crees? (En general) Creo en el canto de los pájaros, creo en las sonrisas verdaderas, creo en el amor, creo en lo imposible, creo en la vida y en la absoluta felicidad.

*5.¿Sobre qué temas te resulta más fácil escribir? El amor es mi mayor fuente de inspiración, es algo que de verdad me llena y hace que escriba y escriba y nunca llegue a encontrar fin.
*6. ¿Qué frase no olvidaras nunca? “¿Sabes? Te amo, y nunca voy a dejar de hacerlo”
*7. Si caes, ¿Qué haces? Me siento, pienso qué es lo que he hecho mal, me lamento un poquito y ya me levanto, con más fuerza, con energía y con ganas de comerme el mundo y vencer aquel obstáculo que me tiró.
* 8. ¿Crees en el amor a primera vista? Bueno, como para no creer en él… Esa sensación de ver a una persona por primera vez y sentir una atracción magnética, una dulzura incalculable, unas ganas absolutas de verle a todas horas… Sí, desde luego que creo en él.
* 9. ¿Qué te hace sonreír? Mis padres, mi amama, mi hermana, mis primos pequeños, su sonrisa, mis amigas, Pablo Alborán, el sol, el timbre de cambio de clase, y tantas y tantas cosas más que siempre conseguirán sacarme una sonrisa.
*10. ¿Con que canción te identificas? Bueno, podría decirse que “Warrior” de Demi Lovato me hace recordar ciertas cosas, pero aun así, no creo que tenga una canción exacta con la que de verdad sienta eso.
*11. ¿Dónde te gustaría vivir? Nueva Orleans, Roma, Ámsterdam…

 

domingo, 16 de febrero de 2014

I´m not yours (yet).


 
Aún recuerdo cuando te vi en aquel día soleado de septiembre, salir por aquella puerta, con la ropa deportiva aún puesta. Recuerdo las palabras que pronuncié, recuerdo lo mucho que me recordabas a alguien innombrable. Recuerdo cómo me miraron mis amigas. Recuerdo cómo sonreí al pensarte.
Pasaron los días, y verte por los pasillos del instituto se convirtió en rutina. Oír tu voz fue mi mayor misterio, y descubrir tu nombre mi mayor desafío. Conforme pasaba el tiempo, caí en que hacía mucho que me había perdido en tus ojos color cielo, en tu mirada, en aquella mirada que nunca se había posado en la mía. Y no, no estaba loca. Ni si quiera estaba obsesionada. Solamente mirarte, observarte en los cambios de clase me hacía feliz. Hacías que me olvidara un poquito de él, hacías que su ausencia fuera menos dolorosa.
Recuerdo haber jurado que algún día sabrías mi nombre. Recuerdo haber jurado que tus brazos rodearían los míos, junto a una de tu misteriosa sonrisa, esa sonrisa que tanto deseaba conocer algún día.
Y, sí, suena de cuento, pero la conocí. Y vaya si la conocí. Conseguí que supieras mi nombre, conseguí que me dirigieras la palabra, logré que tus ojos me mirasen por primera vez. Logré que tus labios se fundieran en los míos, descubrí la magia de tu sonrisa. Tus imperfectos preciosos dientes, tu mirada traviesa de niño malo, tus ojos hechizantes y tu incansable voz, unida a tu peculiar forma de hablar.
Eres o eras mi sueño cumplido. De ser mi meta inalcanzable pasaste a ser mío, a formar parte de mi vida. Es como si, todo lo que he soñado lo tuviera ahora delante de mí, como si la espera hubiera valido la pena.
Y es que, eras tal y como te había imaginado. Eras dulce, gracioso y un tanto misterioso. Vacilón incansable, deseoso de sacarme de quicio. Complicado, curioso, y espabilado al mismo tiempo. Era como si ya te conociera, como si supiera exactamente todas tus reacciones. Como si en otra vida hubiéramos estado unidos, ¿sabes?
No sé cómo van las cosas, ni cómo irán en un futuro. Ni si quiera sé si mañana seré capaz de saludarte sin que me ponga roja color tomate. Lo único que sé, es que temo ilusionarme, temo ilusionarme y olvidarle a él. Temo que, en cualquier momento, estaré más ilusionada que nunca, y, lo peor de todo es, que habrá sido sin si quiera haberme dado cuenta, que habrá llegado sin apenas haberme dado tiempo a reaccionar y negarme.
Que mi amor a primera vista me habrá encerrado en su nueva telaraña, para sacarme de la anterior, y, quién sabe si, envolverme en una aun peor.
@TumundoblogI

domingo, 26 de enero de 2014

Would you please come back?


 
El tiempo pasa, el reloj de mi mesilla de noche ya marca las doce, y aún no estás aquí. Llega el alba, los pájaros cantan, oigo tu voz en mi recuerdo.

Y es que, el  tiempo pasa y yo, te echo de menos. Echo de menos todo de ti, todo. Y puede que suene cansino, e incluso que estés leyendo esto y que estés tan harto de leerme como yo de escribirte. Que tu único deseo sea que mi corazón deje de latir por ti. Que mis versos y letras ya no signifiquen nada en tu vida. Que tu mirada no venga a mi cabeza cada minuto y segundo, que tu voz no recorra aun mi recuerdo. Que tu imagen, cada día menos vívida, cada segundo más borrosa, salga de mi mente. Que ya no quede nada de lo que algún día hubo.

Te seré sincera, aun no he decidido de verdad si mi intención es olvidarte. Aún no sé si quiero sacar de mi memoria cada una de tus palabras, cada uno de tus besos, ni cada una de tus caricias. Aun no ha llegado el momento en el que de verdad pueda llegar a estar preparada a admitir que ya no queda nada ni que va a quedar. Aun no puedo admitir que tú ya te has ido. Que no vas a volver. Que pedirte que vuelvas una y otra vez no cambiará nada. Que recordarte cada segundo y desear que vengas aquí será en vano. Que cada palabra que pronuncies será dirigida a cualquier persona que no sea yo.

Es curioso, mis lágrimas al escribirte aun caen, todavía manchan mi orgullo, invaden mi corazón y me llenan de dolor. Porque cada letra que escribo lleva tu nombre. Cada cosa que hago me recuerda a tus mil y un  manías. Cada verso, cada frase, cada símbolo llevan tus labios. Tu piel.

Y no, no te pienses que esto siempre será así. Juré no volver a escribirte, y aquí me tienes, volviéndote a llamar, volviéndote a pedir que vengas, que vuelvas y seamos felices juntos. Juré que lo superaría. Juré que nunca más volvería a sentir todo lo que sentí por ti hacia nadie. Juré que lo que vivimos quedaría en un baúl lleno de recuerdos. Juré que dejaría de quererte.

Pero no dije cuándo.
                                                                                       @TumundoblogI

domingo, 12 de enero de 2014

I missed you all this time.


 
 
Y, es que, supe que iba a quererte desde el primer momento en el que cruzamos palabra. Desde ese instante en el que te conocí. Sabía que, si tus labios rozaban los míos, iba a ser mi perdición. Que si te hablaba, ya no habría marcha atrás.

Pero, aun así, arriesgué. Creyendo que no te quería como en verdad ocurría, caí. “Y vaya si caí”. Tan solo el contacto con tu piel ya hacía que todo mi ser se activase, que perdiera el control de mi cuerpo. Hacías que nada y todo tuvieran sentido al mismo tiempo, que no hubiera reloj capaz de quitarnos nuestro momento, nuestro instante. Todo mi tiempo tendía a ser tuyo, toda mi vida pendía de tu sonrisa.

Y anda que no te dije de veces que tu sonrisa era una de las cosas más perfectas que tenías. Que era lo que más feliz me hacía.

Y, simplemente, he de confesarte que aun te recuerdo. Aún recuerdo tus abrazos, tu risa y tus mil y un formas de hacerme reír. Nuestro juramento tirado al mar. Nuestras partidas a la play, mis piques, nuestros esquivos besos. Nuestro “no caeré en la tentación” pero caíamos. Porque, pecábamos, pecabas sabiendo que hacías mal. Pero no te importaba, no nos importaba.

Hoy, he de decirte de nuevo que aún siguen nuestras conversaciones guardadas, tus audios diciéndome que me amabas, tus fotos y todos nuestros momentos compartidos. Todavía no he sido capaz de borrarlos. Porque, ¿de qué me sirve, si de mi cabeza no te vas a ir? Después de casi medio año, aun sigues en mi cabeza, en mi corazón, al fin y al cabo, aquí, conmigo.

Y, que sepas que, sí, a día de hoy aun te escribo, que a día de hoy aun “te amo”.
                                                                         @TumundoblogI