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domingo, 8 de marzo de 2015

Porque la vida son momentos



Dicen, que lo mejor que puedes hacer para buscar un poco de alegría en tu horrible oscuridad, es pensar en las cosas que te hacen ser feliz día a día, lo que te arranca una sonrisa cuando piensas en ello. Lo que hace que las complicaciones se vuelvan una mera tontería, una mala jugada del destino.

Creo que lo que me hace feliz es una taza de café calentito en mitad de una tarde lluviosa; me hace feliz el olor de un libro recién comprado, y también leer hasta más o menos las tres de la mañana. Me hace feliz el sol, la noche y las estrellas que pocas veces se ven desde mi balcón. La luna a medias, las canciones tranquilas cuando no puedo parar de moverme.

La tristeza de un domingo por la noche, la tranquilidad de un día sin hacer nada. El calor que desprenden las noches de verano, el sonido de la lluvia en mi paraguas. Pisar charcos cuando llevo botas de agua, taparme hasta arriba cuando intento dormir. Escribir durante horas, pensando cuáles pueden ser las palabras exactas.

Me hace feliz despertarme a medianoche por un chute de inspiración, me hace feliz el sonido de su voz tras dos semanas sin tenerle. Un paseo a media tarde, un 10 en la asignatura que peor se me da. Los ojos de mis padres cuando están orgullosos de mí, y también la sonrisa de mi hermana cuando estoy de mal humor.

Un “te quiero” en el momento más inesperado, e incluso un abrazo cuando más lo necesito. Las sorpresas. Una sonrisa entre lágrimas, un llanto tras una risa imparable. Me hacen feliz pequeñas cosas, como una mirada o una sola letra del abecedario.

Me hace feliz la vida, porque la vida son momentos, en los que se sonríe, se gana, se pierde, y en muchas ocasiones, ella misma te hunde.

@TumundoblogI