Seguidores

martes, 29 de julio de 2014

Inevitable.

Manías que te pega gente de la cual hace tiempo que ya no sabes nada; decirlo y que duela, y, que de repente, esa manía se convierta en prohibición.
Hay cosas que no se pueden evitar, cosas a las cuales estuvimos acostumbrados durante un largo tiempo, y que, ahora, salen pronunciadas por nuestra boca sin siquiera haberlo pensado.
Las manías, la manera de escribir, las palabras usadas por otras personas vienen a nosotros sin avisar. Y, lo que más duele, es cuando regresan a ti, y la persona que te las pegó ya no esté contigo.
Porque, ahí es cuando nuestro subconsciente nos la juega, y, sin quererlo, nos recuerda a personas a las cuales hace tiempo desearíamos haber olvidado, pero no hemos podido.
Es, inevitable.

@TumundoblogI

viernes, 18 de julio de 2014

Nuestro efímero nosotros



Creo que siento la necesidad de escribirte. Ya sabes, cerrar ese capítulo que los dos dejamos a medias, acabar con la historia breve de nuestro cuento de una vez por todas.
Me gustaría decirte todo lo que he llegado a pensar respecto a lo nuestro, eso que tanto nos costó construir para que después acabara siendo destruido en un momento. Quiero que sepas que no fue mi culpa. No, no lo fue. ¿Recuerdas cuando al principio me decías que me querías, que te hacía feliz, que querías vivir el mayor tiempo posible a mi lado? Lo eché de menos al final. Eché de menos tus abrazos esos días, tus “te quiero” que nunca llegaban a su fin, tus “eres preciosa, pequeña” y todo eso que conseguía mantenerme en pie.
Me gustaría, de verdad, que entendieras el porqué de nuestro fin. El porqué de nuestras idas y venidas, de nuestras discusiones, de mi falta de ti. Solo quiero que entiendas que me costó muchísimo acabar con todo, mucho más de lo que te puedas llegar a imaginar. Que, cual cobarde, me rendí.
Me rendí porque no estaba preparada para seguir, porque necesitaba fuerzas para luchar por algo que ya apenas existía, porque no encontraba razones suficientes para seguir a tu lado. Y, he de decirte que, lo siento. Siento haberte hecho daño, siento habérnoslo hecho a los dos.
“Te sigo queriendo. No como lo que éramos, sino como lo que fuimos”.
Tras todo esto, quiero pedirte que me dejes cambiar de libro, ya que tu ausencia aun me tortura,  porque necesito poner fin al cuento, escribir otras muchas historias.
Te agradezco de todo corazón nuestro efímero “nosotros”.
@TumundoblogI
*Mi inspiración ha vuelto, y espero que perdure. Estoy segura de que entendeis lo horrible que es querer escribir y ni siquiera sacar una idea en claro.
Por otra parte, quería deciros que tengo un blog literario, en el cual hago reseñas de libros y demás. Me haríais feliz si os pasais y me seguis :) Un abrazo muy fuerte.