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domingo, 18 de mayo de 2014

Transpórtame a un mundo en el que todo sean historias



Hoy, declaro y juro que deseo pasar el resto de mis días entre páginas.
Leyendo historias ajenas a las mías, viviendo amores paralelos a la realidad, sintiendo cosas que solo se sienten entre las hermosas letras de un buen libro.
Viviría entre páginas y me quedaría inmersa en esos precisos instantes, esos instantes de felicidad que llenan por completo mis días, esas historias que consiguen hacerme florecer más de mil millones de sensaciones.
Enamorarse de personajes, amarlos, desear que se conviertan en realidad. Eso, es leer. Eso es meterte en un mundo que por un momento llegas a considerar tuyo. Querer soñar, volar, reír, transportarte a donde sea, cualquier sitio.
Para mí, leer es algo increíble y sorprendentemente mágico. Es algo que llevo dentro, una de las cosas que más feliz me hace. Que me lleva, que me mece. Que consigue que descargue todas mis emociones, vaciándome y llenándome al mismo tiempo.
Y es que, no son unas simples historias, son unas grandes realidades.
                                                         @TumundoblogI

domingo, 11 de mayo de 2014

En el momento justo, en el momento exacto.


Es increíble la de cosas que se pueden llegar a sentir con una sola mirada. Con un solo beso, con una sola sonrisa.
Es increíble lo mucho que se te puede llegar querer.
No sé por qué llegaste, y apenas sé cómo, pero viniste a mí, embriagando cada uno de mis sentidos, haciéndome sentir única, tocando mi corazón.
Dicen que en la vida las cosas llegan por sí solas, en el momento que menos te lo esperas. Tú llegaste en el momento justo, en el momento exacto.
Ni siquiera soy capaz de recordar en qué instante comenzó todo, cuándo fue cuando me di realmente cuenta de que tú eras lo que yo quería, cuándo fue cuando decidí que ya había dejado todo atrás, por estar contigo.
Tú eres el que me ha hecho olvidar, el que ha llenado mis días de luz desde un cierto tiempo, el que me ha ayudado a continuar, a empezar de nuevo, mi único príncipe sin capa azul capaz de llevarme a cualquier lugar con un solo abrazo. El único capaz de transportarme al cielo y al infierno al mismo tiempo, haciéndome caer en tu sonrisa, tejiendo mi alegría con palabras capaces de salir de lo más hondo de tu alma.
Si te soy sincera, nunca podré decirte con exactitud cuánto  durará esto, cuándo se acabará mi dicha, mas sé que viviremos cada segundo, viajando al cielo, saludando a las estrellas y sonriendo a la mismísima Luna. Porque contigo soy fuerte, capaz de pelear frente a cualquier dificultad. Porque tú me das todo lo que necesito para ser feliz, porque tú has sido mi medicina, mi noche y mi día, mi fuerza y mis ganas de nunca parar.
Y,  no, no voy a darme el lujo de permitir la mentira en un momento como este, no voy a poder mirarte a los ojos y no sonreír, y, créeme que, si de verdad te soy sincera, creo que juntos podríamos llegar a crear nuestro pequeño gran infinito.

@TumundoblogI

domingo, 4 de mayo de 2014

Tú, que me enseñaste a querer.

*Escribiré todos los domingos, exceptuando alguna semana que pueda andar de exámenes. Me comprometo a no abandonar esto, seguir  escribiendo, que es lo que de verdad me llena.

, que me enseñaste a llorar.
, que me enseñaste a reír.
, que me enseñaste a sentir.
, que me enseñaste a amar.


Hoy te escribo a ti, mi madre, mi consejera, esa que me enseñó  a mirar la vida desde otro punto de vista, la que me demostró que el afecto es lo que nos hace grandes, hoy escribo a la mujer que estaría dispuesta a dar la vida por mí todas las veces que hiciera falta.
Escribo a mi vida, a mi muerte, a esa parte de mí que nunca se irá. A mi mitad, a mi reina, a lo más importante de mi vida.
Dicen que nunca se puede llegar a agradecer lo suficiente lo que una madre hace por ti, que los “gracias” no sirven en este diccionario. Que no hay reglas ni normas, ni requisitos que cumplir. Que amar es mutuo, la conexión es recíproca.
Gracias por advertirme, gracias por  levantarme y gracias por nunca dejarme sola. Gracias por seguir ahí por encima de todas las cosas, gracias por siempre enseñarme a querer. Gracias por tratar de evitar mi caída siempre que has podido. Gracias por ser mi madre.
Y hoy, te digo que te quiero. Que lo sabes, que te lo digo, que te lo demuestro y que te lo repetiría una y otra vez, sin cansarme.
Porque, te prometo, que este amor sí que será eterno.

Feliz día de la madre, amatxu.
@TumundoblogI