Siento que ya nada vale la pena…
Que haga lo que haga nuestro futuro ya está destruido; que vamos
a tener que pasar miles de cosas malas, vamos a tener que llorar una y otra vez
buscando la solución, que muchas veces diremos que no podemos más…Pero que nunca
nos rendiremos.
Nuestro destino está empeñado en molestar, maldito y caprichoso
destino.
Y pensar que yo nunca creí en que las cosas estuvieran escritas,
hasta que siempre, el mismo día de cada mes ocurriera lo mismo.
No, no voy a permitir que nos siga molestando más, voy a luchar
como nunca he luchado y voy a reírme del destino.
Pero sólo… si él también pone de su parte.
Hace poco todo lo tenía claro, él estaba allí, y tenía por
seguro que me quería, pero ésta semana me he ido hundiendo poco a poco, y he
sentido que lo perdía, y que estaba demasiado lejos como para poder alcanzarlo
y abrazarlo…
Sí, me recorre el mismo miedo de siempre, pero es que haga lo
que hago tengo esa sensación de inseguridad, de malestar, que me provoca el no
poder estar a su lado.
Lo necesito, necesito que me abrace fuerte y que me diga que
todo está bien, que no me preocupe, que él me ama con todas sus fuerzas y que
me ha extrañado tanto como yo a él.
A cambio, prometo que dejaré de ser tan insegura, que lucharé
todos los días para que nuestra relación no se vaya a pique, y que cada día que
pase él y yo podremos estar mejor.